domingo, 8 de octubre de 2017

Cómo redactar una crónica periodística

Hay un consenso en la forma de escribir la crónica periodística, es decir, en la estructura cronológica de narración. La estructura básica sería entonces:

a) Introducción o anulación del tema;

b) Argumentación o desarrollo de la historia;

c)  Conclusión o emisión del juicio sobre el tema.

Desde un punto de vista formal, el estilo de la crónica debe ser claro, sencillo, conciso; revelador de un contenido objetivo, de un mensaje que comunica a alguien.  

La crónica de firma reconocida es libre de escribir como quiera, su estilo personal es indiscutible.

Siempre que su trabajo no soslaye las elementales normas informativas propias del periodismo como medio de comunicación.

Por ejemplo estipula tres partes básicas en la conformación de una crónica:

a). La entrada (para llamar la atención del lector);

b) El cuerpo (narra lo sucedido, en forma narrativa directa o dramatizada con diálogos; la imaginación no debe tergiversar los hechos);

c) La culminación (el objetivo hacia el que el redactor ha estado llevando a sus lectores).

Johnson y Harris dicen al respecto:

“la entrada somatizada, con el cuerpo por orden cronológico, se usa frecuentemente. Hay todavía otra forma”. Se llama la noticia del clímax inesperado. El propósito de la técnica del climax inesperado es retener la atención del lector para un final de relato cronológico Henry, clímax con impacto. No se aplican las reglas referentes al orden cronológico o de las cinco preguntas. Al contrario, el relato va constituyéndose a medida que se desarrolla. Pero el comienzo debe tener   un interés “con suspenso, para atraer lectores”.

La fórmula de Carl Warren se basa en cinco puntos:

1. Presentación o caracterización,
2. Acción creciente,
3. Crisis,
4. Acción declinante, y
5. Desenlace.

El autor agrega: “El impacto en la última línea. Un redactor de reportaje de tipo dramático tiene la misma obligación que el dramaturgo: culminar con su impacto. Esto significa que debe conocer, y escribir mentalmente, las últimas líneas antes de empezar, de modo que del desarrollo de su escrito  constituya una preparación del desenlace dramático. El aspecto más difícil de la dramatización consiste en desarrollar cuidadosamente la intriga, despertando la curiosidad sin satisfacerla. Mantener el secreto hasta la revelación final”. Advierte que el título nunca revelará el final, pues más bien deberá participar” en la conspiración para preparar el climax”.

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