Este titular salió en el periódico Opinión el 9 de junio de 2008:
"Presidente posterga diálogo y está seguro que ganará en el referendo"
Uno puede "asegurar algo" o estar seguro "de algo", pero no puede estar "seguro algo". Por eso el autor de la nota debió escribir:
Presidente posterga diálogo y está seguro de que ganará en el referendo
Otra falla se publicó en un pie de foto de la revista Escape:
"Miami luego que Castro delegara el poder" (Escape 10/8/06 p 19)
Lo curioso es que en el mismo reportaje hay un buen ejemplo:
"Una imagen de la isla un día después de que Fidel renunciara temporalmente" (Escape 10/8/06 p.21)
En realidad el problema con el queísmo y el dequeísmo es habitual en nuestra habla, en entrevistas con políticos, comerciales de radio y hasta en series y novelas. De hecho está tan extendido que ni siquiera lo notamos. "Yo dudo que él venga", cuando debe ser "yo dudo de que él venga", porque uno "duda de algo", no "duda algo".
Para solucionarlo, Álex Grijelmo recomienda formular la oración como pregunta y así podremos respondernos nosotros mismos. Por ejemplo: ¿De qué está seguro el Presidente? De que ganará... ¿De qué dudo? De algo. ¿Miami? ¿Luego de qué? De que Castro delegara el poder.
"Presidente posterga diálogo y está seguro que ganará en el referendo"
Uno puede "asegurar algo" o estar seguro "de algo", pero no puede estar "seguro algo". Por eso el autor de la nota debió escribir:
Presidente posterga diálogo y está seguro de que ganará en el referendo
Otra falla se publicó en un pie de foto de la revista Escape:
"Miami luego que Castro delegara el poder" (Escape 10/8/06 p 19)
Lo curioso es que en el mismo reportaje hay un buen ejemplo:
"Una imagen de la isla un día después de que Fidel renunciara temporalmente" (Escape 10/8/06 p.21)
En realidad el problema con el queísmo y el dequeísmo es habitual en nuestra habla, en entrevistas con políticos, comerciales de radio y hasta en series y novelas. De hecho está tan extendido que ni siquiera lo notamos. "Yo dudo que él venga", cuando debe ser "yo dudo de que él venga", porque uno "duda de algo", no "duda algo".
Para solucionarlo, Álex Grijelmo recomienda formular la oración como pregunta y así podremos respondernos nosotros mismos. Por ejemplo: ¿De qué está seguro el Presidente? De que ganará... ¿De qué dudo? De algo. ¿Miami? ¿Luego de qué? De que Castro delegara el poder.
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