A diferencia del lead noticioso, cuya finalidad es brindar el hecho informativo en el primer párrafo a través de las 5 W (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué), el lead de un reportaje debe partir de un detalle, una historia particular, una anécdota… una hebra que conduzca al ovillo, pero este hilo, así de fino como lo imaginan, debe ser lo suficientemente fuerte para atrapar al lector y conducirlo a los vericuetos de todo el contenido.
“El reportaje —género que combina la información con las descripciones e interpretaciones de estilo literario— debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. Por tratarse de un género desligado de la estricta actualidad diaria, no puede ofrecer como arranque, generalmente, un hecho noticioso. Ha de sustituirse tal arma, por tanto, con imaginación y originalidad. A la vez, el arranque debe centrar el tema para que el lector sepa desde un primer momento de qué se le va a informar”, indica el Libro de estilo de El País en su norma 2.54. Por tanto, para escoger nuestro lead, debemos tener siempre en mente este concepto. Cuando creemos que hemos indagado lo suficiente sobre un tema, debemos pensar en el detalle, en ese algo particular que conduzca a lo general.
Sin embargo, un lead de reportaje no tiene que cerrarse a una clasificación específica, más bien puede tomar y combinar distintos elementos de cada una (pregunta, cita textual, contradicción, etc), incluso nosotros podemos crear nuestra propia entrada, por ejemplo un chiste, una tesis, personificar a una mesa para retratar su vida en la cocina de una familia rica… en fin. Lo importante es que debe mantener su concepción de lo particular para ir a lo general y que esté relacionada con el tema.
Cómo elegir un lead de reportaje
Para esto, Álex Grijelmo nos sugiere: “es mejor echar un vistazo, sin consultar las notas, a todos los apuntes que hemos retenido mentalmente sobre el tema en cuestión. En la amalgama de información obtenida sobresaldrán generalmente un par de anécdotas, un hecho extraño, un chiste, una situación dramática, una paradoja, la descripción de un espacio,,, Ya tenemos algo”, y añade: “Y cuando no hallemos nada relevante en nuestras anotaciones, siempre cabe el recurso de la metáfora, de la frase escrita con brillantez para retratar la realidad”. La metáfora, por tanto, es una buena técnica no sólo para auxiliar leads de reportajes irrelevantes, sino también para escribir buenos leads, como elementos de combinación en diferentes partes de nuestro trabajo, y hasta de titulares, por lo que es bueno estudiar los diferentes tipos de metáforas. Grijelmo, en El estilo del periodista, aborda algunas como la personificación, greguería, reificación, sinécdoque, metonimia, figura y comparación; no obstante, podemos consultar más formas y con mayor profundidad en un libro de gramática.
miércoles, 24 de junio de 2009
Los libros de estilo de los medios de comunicación en español: necesidad de un acuerdo
(Filólogo del Departamento de Español Urgente)
Cada vez son menos los usuarios del español que dudan sobre quién o quiénes dictan la norma de uso; no son los diccionarios, ni las gramáticas, ni los libros de ortografía; hoy en día las verdaderas guías de uso del español actual son los manuales de estilo, y la mayor parte pertenecen a los medios de comunicación, es decir, a la prensa, tanto escrita como oral; manuales que, en muchas ocasiones, están redactados o supervisados por expertos en la lengua, y en los demás casos están copiados de los primeros. Así, pues, cualquier persona que se aproxime al estudio del español deberá tener muy en cuenta este tipo de publicaciones, en las que encontrará resueltas muchas de las dudas que se irá planteando a medida que avance en su conocimiento. Y también hay que tener en cuenta que los verdaderos maestros del español son los medios de comunicación, que se encargan de difundir los nuevos usos de la lengua. Veamos ahora la historia de algunos de esos manuales.
El primer libro de estilo de un medio de comunicación del que tengo noticias —me refiero a los que están escritos en español— es el Manual de Selecciones (Normas generales de redacción), preparado bajo la dirección de Jorge Cárdenas Nanneti, y publicado el año 1959 en
Cinco años después, en 1964, se editó en México un Manual de Noticias Radiofónicas, (1) del que sólo conozco el título y el autor, y diez años más tarde, en 1974, apareció en Buenos Aires un libro titulado Normas de estilo periodístico (2) de cuya existencia sé porque aparece citado en alguna bibliografía.
Y al año siguiente apareció la primera edición del libro de
Manual de Español Urgente de
La primera edición no es un libro propiamente dicho, pues no está editado ni encuadernado como tal, sino que se trata de unas hojas mecanografiadas —31 folios— por una sola cara y encuadernadas con unas tapas de cartulina fina, y en la que hace de portada puede leerse: Agencia EFE S.A. Madrid. Manual de estilo de efe-exterior . Primera edición, 1975.
En la introducción, titulada "Justificación", se explica que la pretensión es dar ideas generales que sirvan de orientación para armonizar el estilo redaccional de manera que el servicio de EFE tenga un estilo propio. Y sigue diciendo: "Nos proponemos dar unas normas claras para que los redactores las tengan en cuenta en el momento de escribir y transmitir las informaciones, aunque sin prescindir nunca del ingenio propio y de las innumerables posibilidades de expresión que ofrece nuestro idioma. Pero, cuidado, que no inventa quien quiere, sino quien puede".
El Manual está dividido en dos partes, la primera dedicada a explicar cuestiones de transmisión y tipos de noticias, y la segunda, titulada "Anexos", dedicada a cuestiones gramaticales y léxicas.
El primer libro propiamente dicho de la colección es la 2ª edición de un librito titulado Manual de Estilo, fechada en 1976. Y lo llamo librito porque es de pequeño formato y apenas tiene 65 páginas. De su redacción se encargaron los responsables de la "redacción central" de
En 1978 apareció un segundo libro, pero no es la tercera edición, como cabría esperar teniendo en cuenta que la anterior era la segunda, sino que consta como primera, y con él comienza la numeración que, como iremos viendo, en
Escribió el libro, también titulado Manual de Estilo, Fernando Lázaro Carreter, por encargo del presidente de EFE, Luis María Ansón, que quería que los periodistas de
Está dividido en tres partes: "Normas de redacción" (ortografía, morfología, léxico, observaciones gramaticales); "Transmisión" —no escrita por Fernando Lázaro—(preparación del texto, perforación y montaje en las pantallas, proceso de edición en la central, clasificación de noticias, claves...), y "Observaciones sobre léxico". El núcleo de ese libro sigue estando presente, con muchas cosas idénticas, que no se han tocado, en las sucesivas ediciones, hasta la undécima.
En la introducción, Luis María Ansón nos explica el porqué de la obra: "El deterioro progresivo que el idioma está padeciendo en los medios de comunicación, por un lado, y, por otro, la expansión nacional e internacional de la agencia, y la necesidad de afianzar a aumentar su prestigio, aconsejan realizar un nuevo esfuerzo tendente a la deseada homogeneidad de criterios idiomáticos: Las Normas han sido ampliamente consultadas, y sus prescripciones y consejos están abiertos a la crítica de todos cuantos trabajamos en la agencia, para perfeccionarlas en sucesivas ediciones."
( ... ) " Conseguir una neutralización del estilo —que no debe confundirse con un estilo 'neutral', permanentemente insípido— constituye una obligación si se piensa en el importante papel que
El autor, Fernando Lázaro Carreter, no siguió ningún modelo en la elaboración del libro, aunque sí se refiere de vez en cuando al Manual anterior. Lo que sí hizo fue una especie de cursillo en
La segunda edición del Manual de Estilo de
Luis María Ansón, en la presentación del libro titulada "Palabras preliminares", explica cómo sigue su proyecto de trabajar en pro de la unidad del español: "Los servicios de
Y ese Departamento de Español Urgente (DEU) que Ansón anunciaba en la segunda edición del Manual comenzó a funcionar el mismo año de 1980, en octubre, y los filólogos que comenzamos a trabajar en la labor diaria de lectura y corrección de las noticias y en la atención a las consultas que nos llegaban por teléfono y por el teletipo, nos encontramos con esa segunda edición como principal herramienta de trabajo.
Además del equipo de filólogos dedicados a las tareas diarias del Departamento, Ansón fundó un Consejo Asesor de Estilo formado por cuatro miembros de
En 1981 se publicó la tercera edición del Manual de Estilo, muy ampliada con respecto a la anterior. En su redacción participaron los miembros del Consejo Asesor y los filólogos del DEU aprovechando los materiales surgidos durante los primeros meses de funcionamiento del departamento. Luis María Ansón, en las palabras preliminares, explica su preocupación y la de
El gran éxito del Manual entre los periodistas, los estudiantes de ciencias de la comunicación y los interesados en tener un libro para resolver sus dudas en el uso del español actual hizo que las peticiones para conseguirlo fueran muy numerosas, y, como se trataba de un libro hecho por
En este manual se trata únicamente de normas gramaticales y léxicas para el buen uso del español, y se anuncia el propósito de editar otro libro aparte con las normas específicas para la redacción eficaz de despachos informativos. Dicho libro aparecería en 1988 con el título de Normas Básicas para los Servicios Informativos y actualmente se está preparando una nueva edición corregida, aumentada y actualizada.
Aparecen por primera vez los capítulos titulados "Sobre transcripción", "Algunos gentilicios que se prestan a confusión", "Lista de gobernantes" y "Siglas y abreviaturas".
En 1989 apareció la siguiente edición del Manual de Español Urgente (5ª edición corregida y aumentada del Manual de Estilo de
Las cuatro siguientes ediciones (6ª, 7ª, 8ª y 9ª) más que ediciones fueron nuevas tiradas de la 5ª edición, pues no fueron retocadas en lo más mínimo. La decisión de reimprimirlas no fue de EFE sino de Ediciones Cátedra.
La décima edición del Manual de Español Urgente salió en 1994, y sus consejos y advertencias se pusieron al día con la última edición del Diccionario de
El entonces director de información de
Y llegamos a la undécima edición del Manual de Español Urgente, aparecida en 1995. Fue fruto de una revisión muy minuciosa de la anterior, y también de todos los manuales y libros de estilo que habían ido apareciendo, de los que se tomaron algunas recomendaciones y datos que ayudaron a completar nuestro libro.
En principio, si las cosas fueran como debería ser, esa undécima edición, de 1995, sería la última, a la espera de una revisión y actualización que comenzó hace ya varios años. Pero volvió a suceder lo que ya ocurrió con las ediciones sexta, séptima, octava y novena, es decir, que Ediciones Cátedra hizo una nueva tirada de la undécima y la llamó duodécima edición corregida y aumentada, cuando lo único que cambió fue ese número, de once pasó a doce, y el año de edición, que de 1995 pasó a 1998. También estas pequeñas o no tan pequeñas anécdotas forman parte de la historia de los manuales de estilo.
Libro de Estilo de El País.
Un año y medio después de la aparición del diario El País, (3) en noviembre de 1977, se publicó la primera edición de su Libro de Estilo, libro que en aquel entonces era apenas un sucinto cuadernillo de uso interno. Dos años después, en 1980, Julio Alonso se encargó de la segunda edición, un pequeño libro que seguía siendo de uso interno, pero que ya se vendía en las librerías de algunas Facultades de Ciencias de
En 1996 se hizo una revisión profunda del libro coincidiendo con el vigésimo aniversario de la aparición del periódico. Y actualmente ya van por la duodécima edición y el coordinador de las sucesivas revisiones sigue siendo Álex Grijelmo. Además, los periodistas de El País pueden consultar el Libro de Estilo directamente en las pantallas de sus ordenadores.
En la primera parte del libro hay una serie de apartados en los que se explican cuestiones periodísticas, tipográficas, ortográficas y gramaticales. La segunda parte y la más extensa se titula "Diccionario" y es eso: un diccionario de dudas en el que se recogen las voces más frecuentes en los medios de comunicación. Le sigue un listado de siglas con sus correspondientes explicaciones y después unos apéndices con listas de nombres propios y pesos y medidas.
Libro de Redacción de
La primera edición, subtitulada "edición experimental" del Libro de Redacción de
El libro comienza con dos apartados en los que se tratan cuestiones propias del periodismo, titulados "Principios editoriales" y "Normas generales de redacción". Después comienza la parte dedicada al uso del español, dividida en "Problemas de ortografía", "Problemas de morfología", "Problemas de gramática" y varios apéndices dedicados a resolver dudas léxicas, de nombres propios, topónimos, siglas, locuciones latinas y medidas y equivalencias. Termina el libro con otro capítulo dedicado a asuntos periodísticos.
Tanto el Libro de Estilo de El País, como el Libro de Redacción de
Al revisar los libros comentados en este trabajo y los otros que no menciono porque la lista se haría larga y muy aburrida, he podido comprobar la importancia que, afortunadamente, algunos medios de comunicación le dan a la autoridad lingüística de
En la larga lista de libros de estilo hay también muchos de periódicos, radios y televisiones americanos; sólo de diarios bonaerenses hay tres: el Manual de Estilo y Ética Periodística de
En la segunda parte del título de este artículo se menciona la "necesidad de un acuerdo", y esa necesidad se percibe hojeando los libros de estilo aparecidos en España y en América en los últimos años, pues nos encontramos con que, sobre todo en el caso de los publicados en España, muchos de ellos, la mayor parte, son copias de otros, especialmente de los dos pioneros: el Libro de Estilo de El País y el Manual de Español Urgente de
Esa constatación y el hecho de que ya en algunas ocasiones, en congresos y seminarios, se hubiese mencionado la necesidad de un acuerdo, de un libro común para todos los medios de comunicación en español, fue el origen del Proyecto Zacatecas, presentado por Álex Grijelmo, periodista del diario El País y el autor del presente artículo en abril de 1996 en el I Congreso Internacional de
Esa necesidad de llegar a un acuerdo también la mencionó, hace ya casi diez años, Fernando Lázaro Carreter, cuando fue elegido por primera vez como director de
En Zacatecas tuve la oportunidad de recordar otras menciones explícitas de esa necesidad de acuerdo en las que tuve la suerte de estar presente e incluso de ser partícipe, ocasiones que creo también interesante recordar hoy aquí: en 1990 se celebró en Madrid un congreso internacional organizado por
En ese mismo libro de actas puede leerse el pequeño debate que hubo en el congreso sobre qué es un "Libro de estilo", y el acuerdo final de que al referirnos sólo a las normas para el correcto manejo del español en la prensa no debemos hablar de estilo, sino de normas gramaticales y léxicas, ya que la ortografía, la sintaxis, el diccionario de dudas, las listas de siglas y las de topónimos, que viene a ser el contenido de un libro de ese tipo, no tienen nada que ver con el estilo.
También comenté en Zacatecas que en 1992, en el "Congreso de
Y en esas dos primeras ocasiones, en 1990 y en 1992 ocurrió, como tantas otras veces en situaciones semejantes, que las conclusiones-intenciones-proyectos con los que se clausuran los congresos, nunca llegaron a ser una realidad. Pero afortunadamente se cumplió el dicho y a la tercera fue la vencida, y el proyecto presentado en Zacatecas dio algunos pasos durante 1997, 1998 y 1999 y consiguió algo necesario para que estas cosas funcionen: dinero.
En la bibliografía que presentamos en Zacatecas había 163 obras, (11) entre diccionarios generales, diccionarios de dudas, léxicos especializados, libros y manuales de estilo, actas de congresos sobre la lengua, apuntes de trabajo de algunos medios, recopilaciones de artículos sobre el uso de la lengua en la prensa… Y cómo no, esa bibliografía ha crecido algo desde entonces, pues han aparecido otros libros de estilo, ya he comentado el caso del libro del diario Perfil de Buenos Aires, y nos han llegado noticias de otros que ya existían y no conocíamos.
De esas más de 163 obras que ya están en nuestra lista, alrededor de un tercio son manuales o libros de estilo, (12) llamados también normas de estilo, normas de redacción, y de ellos la mitad son americanos; son los libros o manuales de estilo de algunos de los principales medios de comunicación americanos: las agencias de prensa Notimex (México), Colprensa (Colombia), Venpress (Venezuela), Telam (Argentina), Associated Press (Estados Unidos), Prensa Latina (Cuba); los diarios Clarín (Argentina), El Nuevo Herald (Estados Unidos), El Panamá América (Panamá), El Peruano (Perú),
Además de elaborar esa lista exhaustiva, Álex Grijelmo y yo, antes de ir a México, hicimos otra cosa muy necesaria para el proyecto: buscar cómplices para nuestra aventura. Escribimos una carta dirigida a los directores de los principales medios de comunicación del mundo hispanohablante y los Estados Unidos, en la que les contábamos nuestro proyecto, les solicitábamos su adhesión, les instábamos a contarnos sus problemas en el uso del español que se dan en sus medios, y, finalmente, les rogábamos que si tenían algo parecido a un libro de estilo, aunque fuesen unas hojas fotocopiadas, nos lo enviasen para engrosar la lista de la que antes hablábamos.
Recibimos bastantes adhesiones y entre los medios de comunicación dispuestos a participar en el proyecto, además del diario El País y
Ya he dicho que es un proyecto que dio sus primeros pasos, y lo hizo gracias al patrocinio del Instituto Cervantes, y, a finales del verano de 1998 ya había una persona trabajando en la digitalización de los materiales recogidos; pero, desafortunadamente, los últimos cambios en la dirección de esa institución han producido un parón, espero que momentáneo, en nuestro proyecto de redactar un manual de uso del español periodístico con el acuerdo mayoritario de toda la prensa del mundo hispanohablante.
Así, el futuro del Manual de Español Urgente de
En la página de Internet de
NOTAS:
1. Dary, David. Manual de noticias radiofónicas. Diana, México, 1964.
2. Nespral, Alejandro. Normas de estilo periodístico. El Coloquio, Buenos Aires, 1974.
3. El País apareció el martes 14 de mayo de 1976.
4.
5. Clarín. Manual de Estilo. Clarín / Aguilar, Buenos Aires, 1997.
6. Perfil. Cómo leer el diario. Libros Perfil, Buenos Aires, 1998.
7. El idioma español en las agencias de prensa. Compilación de Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Agencia EFE; compiladores Pedro García Domínguez y Alberto Gómez Font. Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1990.
8. Actas del Congreso de la lengua española. Madrid, Instituto Cervantes, 1994. (Página 81)
9. Op.Cit. página 95.
10. Op.Cit. página 93.
11. Véase el apéndice nº1
12. Véase el apéndice nº2
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